En la vida los individuos no reflexionan
su calvario
Solo son llamas ardientes
En sus pesares de tormentas
Agobiados del dolor supremo
Sus alientos son débiles
Su vida es lluvia
Sus batallas son lágrimas
Débiles son de espíritu
Sin luz
Se Carcomen
sus propias tinieblas
Sus senderos son oscuridad y miedos
Son sombras errantes de su destino
Sin mirar su propia luz bendita.
Dichosos los que sobreviven
En su propia luz bendita
Son almas valientes
Que albergan claridad en su corazón
Son libres de espíritus
Sus batallas son liberadas con fe
Su paz es suprema
Su sendero es el amor
Y
Miran su propia luz bendita
Ensueños de amor, fe y esperanzas
Liberando sus egoísmos y miedos
Así ascenderás a tu camino de paz.