Eternamente adiós
En mi noche de tenue
Mi alma renuncia a tu amor
Tu omisión son dagas lacerantes...
En mi afligido corazón, sangrante de desamor
Tus miradas son evasivas en mi alma
Tu migajas de caricias son toxicas en mi cuerpo
Tu voz es un vociferar tormentoso en mis pensamientos
Tus besos son avinagrados en mis labios de cereza
Tus abrazos son roces de cactus desecados a mi cuerpo
Tus huellas son espinas en mi subsistencia
Amarte es una perversión de mi espíritu.