Mirada parda
apaga el candil
de belleza para
remontar ser gaviota.
Gaviota de aires
sublimes, donde
es mordaza de
su propio cuerpo.
Mirada coqueta
apaga la voz
de sirena esbelta
para no calar agonía.
Agonía centrifuga
su corazón en salitres
que abrazan la belleza.
Mirada parda
calla hipérboles
en la piel dorada,
para no llorar.
Mirada sensual
apaga el candil
de vehemencias
en querer ser
bella amante.
Amante de piel
que llora por el
querido amor
lamiendo versos
para no sangrar.
Sangrar en cinco
sentidos de las
metáforas de un
sublime noche de
luna querida.
Yolimar Casanova.
27- 07- 2014.
Alma de mujer.
Venezuela.
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